El otro día me puse a pensar,
¿por qué yo soy yo y no tú, o ella?
¿Por qué él no es tú, o yo?
¿Y tú, por qué no eres yo, o él?
Al final llegué a la conclusión de que en cualquiera de los casos,
todos seguiríamos siendo yo, tú, él y ella.
Así que yo soy tú,
tú eres ella,
él soy yo
y así sucesivamente,
y también al revés.
Ángela Alter Schwede
Fragmentos para mentes meticulosamente desestructuradas
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Ángela Alter Schwede 
Por qué no ser un mosquito ? La otra noche pisé un caracol al llegar a casa, escuché el horrible «crack»de un universo rompiendose en mil pedazos, me sentí triste. Lo dejé al lado del camino. Todos compartimos una entrincada red invisible desde el más pequeño.
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Es el ir y venir de la destrucción creadora. Recuerdo una vez que una de las arañas que tengo en casa atrapó a un zapatero en su red. Aquello fue una odisea, porque ¿quién soy yo para meterme en el curso natural de los acontecimientos? Pero por otro lado, la araña tenía la red llena de insectos y el zapatero se retorcía y luchaba por su vida. Tardé media hora en liberarlo y al final se le rompió una patita, pero sobrevivió. Para muchos quizá sea una anécdota absurda, para mí una victoria por la vida. ¡Larga vida al zapatero! (con minúscula, por supuesto)
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Pequeña historia para muchos, pero ud y yo sabemos que las historias pueden ser pequeñas, pero no son insignificantes; años tardé en darme cuenta que a los insectos no se les mata, ni hormigas ni nada, pacientemente trato de conducirles al exterior, para que participen de su ciclo maravilloso de la vida y de la regeneración. Viva zapatero, jaja , si, con minúscula . jajaja
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